Ya no puedo volar, me tengo que olvidar, tengo que marchar.
No, tampoco puedo, cumplir los deseos que cansan el mar o cumplir los deseos que prenden oscuridad.
Los deseos quedan atras, las sonrisas no marchan, las lágrimas por delante y el invierno me congelará.
En el fondo la triste balada toca la trompeta sin los dedos, y esos deseos, mis deseos se van al ritmo del tiempo.
Ahora les doy el adios, miro al pasado, y el no se digna a cantar la realidad.
Hoy me vuelvo a despedir, vuelvo a llorar de rabia, a gritar por mis ganas de soñar, de soñar en mi realidad.
Pero puedo soportar ese huracan, los tejados arrancados, la firmeza sin valor y las lágrimas seguidas de tus ojos, quisiera no caer, no rozar la puerta para atraparlos, no perder la ilusión, de que giren en su camino, de que vuelvan a mi.

No hay valientes de verdad, no hay gente con su realidad, no se revelan, no lloran si quieren, no sonrien si no quieren.
Si, lo bueno caera, pero de momento esperare a que lo deseos vuelvan, se cumplan en mis dedos, rezar para que vuelva el cielo y crezca el valor.
que blog mas bonito!
ResponderEliminarte sigo!
pasate por el mio y si te gusta comenta y me sigues!
un beso sigue asi!