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sábado, 3 de septiembre de 2011

Flores en el viento y lágrimas en mi verdad.

Pasos que no andan, viento que no sigue y tiempo que no para.
Todo es simple hasta que tu lo cambias todo, nada es como quieres ni como debe ser.
Olor a limones y hierbabuena, olor a amapolas y rosas, olor a humo y madera, todo es distinto cuando tu lo destrozas.
¡Que dolor! que mi interior no respira,  que no hay una galaxia en la que las estrellas sean de verdad, una tierra en la que la alegría no se transforme o un humano que no deje de llorar para que tu sonrías.
Y desde mi ventana vigilo el movimiento de Italia, las guerras de Irak, la pobreza de África y la demagogia de Estados Unidos, todo es un amor inalcanzable, el deseo que se esfuma entre los dedos de la brisa, todo acaba, todo llega y sino te mata.
Cada segundo que el tiempo para es tu dejar la tierra, voy a contarte todo lo que prometí, cada uno de mis pasos, cada una de mis inquietudes ¿Seré capaz? podré decirte que el mundo me hace daño y no soy capaz de controlarlo, soy una cobarde en un caja de zapatos, soy el miedo que emborrona a los cristianos, soy algo que yo todavía no he descubierto, por el miedo a mi rechazo.
Pasamos la calma pensando en la tempestad, somos dominantes y nos créemos indiferentes, somos fuertes y nos creemos blandos.
Podemos bailar un vals alrededor de las trescientas fotografías que invaden mis suelo, recuerdos, sueños, frustración  dolor y rabia ¿y tú? ¿también creerás que soy la alegría?
Tu confiaras en que mi cuerpo solo da, que soy el misterio del alba, que desapareceré en el momento que cierres mi puerta.