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viernes, 23 de mayo de 2014

Albur y pasajes.

Quizás haya suertes complementarias, vidas suicidas que se complementan con miradas mágicamente antidepresivas o incluso, sueños recordados que se empapan de la pesadillas de un joven desconocido.

A lo mejor la vida es la secta de las casualidades, un pasaje reflejado de torpezas y derrumbes; de alegrías y juegos.

O puede que la vida sea una suerte imprevista que pocos valoran con el poder del azar.


Tristeza dorada

Un callejón plagado de ruinas romanas cubría mi camino. A mi no me importaba, pues prefería el arte que un sobrio velo negro que me impidiese contemplar que las pesadumbres de la vida también guardan tesoros.

sábado, 1 de febrero de 2014

Melancolía nuclear

Cabizbaja y con la sonrisa manchada del humo de un cigarro apagado por la lluvia de sus cristalinos y tristes ojos pensaba si el frío era un simple sentimiento de abandono, de fragilidad ante los que huyen despavoridos porque el amor les va a llamar.
Uno, dos y tres, caminaba con paso corto y espalda corvada, seguía la melodía de un corazón sin ganas de botar alegremente, sentía en su tripa un fuego frío, un fuego de recuerdos que congelaban sus prioridades, un grito de ausencia, un llanto de miedo o una mirada apagada, quizás solo eran antecedentes que preguntaban si escuchaban su llamada, pero nadie se paraba, todos aprovechaban el caudaloso río que ese alma destrozada dejaba en su paso hacia un lugar que todavía no existía.
¿Y si no tiene nombre lo que buscas? 

Heroína busca vidas, heroína nocturna, tú, tú puedes verte.

jueves, 2 de enero de 2014

Un momento para amanecer.

Apoyada en su marea de subidas y bajadas, llenas de caladas que restaban importancia a las decisiones, ahí estaba ella, serena, demasiado para la turbación que guardaba.
Pensaba en ella, ¿en quién sino? en su vida alborotada, en su pelo enredado, en sus labios secos y en su corazón cansado de esperar, de esperar a ganar una batalla que ni siquiera había empezado.
Pero, sobretodo, pensaba en sus miedos ¿y si el mundo deja de girar? quizás somos como lágrimas que acaban olvidadas en el vacío, como anillos de boda que nunca se estrenarán o peor aún, suposiciones que nunca llegarán a hacerse. El ruido nos atormenta pero... ¿Y el silencio? bocanadas de aire despedidas en el encuentro de algo, que tú, chica asustada, jamás encontrarás.

Indecisa en la utopía de las bienvenidas.