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sábado, 1 de febrero de 2014

Melancolía nuclear

Cabizbaja y con la sonrisa manchada del humo de un cigarro apagado por la lluvia de sus cristalinos y tristes ojos pensaba si el frío era un simple sentimiento de abandono, de fragilidad ante los que huyen despavoridos porque el amor les va a llamar.
Uno, dos y tres, caminaba con paso corto y espalda corvada, seguía la melodía de un corazón sin ganas de botar alegremente, sentía en su tripa un fuego frío, un fuego de recuerdos que congelaban sus prioridades, un grito de ausencia, un llanto de miedo o una mirada apagada, quizás solo eran antecedentes que preguntaban si escuchaban su llamada, pero nadie se paraba, todos aprovechaban el caudaloso río que ese alma destrozada dejaba en su paso hacia un lugar que todavía no existía.
¿Y si no tiene nombre lo que buscas? 

Heroína busca vidas, heroína nocturna, tú, tú puedes verte.

1 comentario:

  1. Que blog tan bonito, me quedaré por aqui durante un tiemo, te lo aseguro :)

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No es un adiós, es un hasta pronto.