.

.

viernes, 23 de mayo de 2014

Tristeza dorada

Un callejón plagado de ruinas romanas cubría mi camino. A mi no me importaba, pues prefería el arte que un sobrio velo negro que me impidiese contemplar que las pesadumbres de la vida también guardan tesoros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No es un adiós, es un hasta pronto.