Cien dudas en forma de canción.

Déjame caer en tu piel como la lluvia después del rocio, déjame ser el arco iris entre nubes o simplemente déjame con una melodia que despierte los sentidos que tú me robaste.
Ay que miedo, que dolor que dentro está el calor que no nos dejó fluir en la marea, Ay que alegría, que energía, que me das mi fuerza en forma de palabras de abandono.
Vuelvo a mi pasado, abandono mi absurda vida, que ya no es mi presente, que era una ilusión convertida en actos de amor, que dulce es la vida cuando la inventas tú, que oscura es la vida cuando se convierte en verdad.
Para mí no hay realidad, sino que todo es mi imaginación o mi gran mentira, que en realidad nadie me ve, nadie me siente, nadie me tiene, si que existe el infierno cuando quieres ser tú y ni siquiera puedes, porque ni tu misma te conoces; ahora cantaré, bailaré y creceré entre suerte inalcanzable y mis recuerdos son solo los deseos que no puedo olvidar.
Tú, acabarás en el pasado con el cartel de venta, tú volveras a ser lo que eras, tú estarás en mil tormentas y yo, no te sacaré de ellas, porque a mi me llega la muerte por dentro, que faltan mis mares, mi tiempo, mis años, que falta mi final y que no se si existirá.

Cada milimetro del sueño que no alcanzaré, cada duda de la verdad, cada uno de los consejos olvidados.
Caminaré hacia delante, porque olvidaré la palabra confiar.