El pájaro mira a mi ventana y el miedo no sabe que decir.

Quizás no tenga fuerzas, sea demasiado sensible pero el fuego me quema y el vapor tapa mis ojos, que ahora son de cristal.
Tengo el miedo como parte de mi cuerpo, flores como el sabor de mi boca y el calor como algo inalcanzable.
A lo mejor la felicidad no es eterna, sino que en cada paso se afianza, la afianzamos, pero no la creamos.
Y como una ola, llegaron cien sentimientos llenos de pasión, ahora me aburre lo monótono, me divierte lo distinto, y cambio de aires.
Sigo añorando la palabras libertad que cien pájaros desde lugares extraños la posaron en mi corazón, sigo pensando que la vida no es mía, que los sentimientos son de los que un día añoraron a la luna o que desearon al sol, sigo siendo yo, sigo siendo distinta, sigo sin pensar lo que mi necesidad pide, sigo sin creer en mi presencia; ingenuidad, soledad, humanidad,.. y mi boca se lleno de mis defectos.
Sol, ahora te toca alumbrar mi vida, que yo te di mis fuerzas.
La verdad es el camino en el que mi destino alumbra la soledad de su camino, dime tu que mis sueños no se cumplirán, dime que no valgo, que el interior me baña de plata, dime quien soy y te diré quien seré.
Llora por lo sueños perdidos, no llores por los conseguidos, grita por la soledad, ayuda por la vida, define tu miedo,.. y resulta que eres la libertad de los mas grandes.
No dejes que tu cabeza sea el principal deseo del hombre ni el cuerpo su imagen, sueña con lo imposible; sueña con ser.

La vida es solo un sueño que un hombre no pudo cumplir.