El mundo, a manos de mil billetes y la vida, a manos de dos ojos azules, no tenia sentido, tenia miedo, no era valeinte, ni siquiera podia enfrentarme a unos dias de mi vida, quizás sea inservible o demasiado util, quizás mi sitio no estaba en ese lugar.
Y a vecés piensas que no puedes, no sabes si vales para lo que quieres.
Un sol levantaba el alma de la humanidad y media luna la dormia, conmigo no podia, seré distinta, rara, extraña, quizás no se me pueda clasificar, pero se que no tengo tiempo para que ahora el miedo paré mis pasos, no quiero ver mas allá de lo que los ojos me permiten, no quiero pienso que soy joven para soñar y que alomejor no soy como creo.
Baila, baila en una nube blanca, sus pies como dos flores sin nacer, cantan a la alegría, sueñan con ser.
Quizás utilice demasiado el espejo, alomejor te quiero porque te veo, alomejor me siento invisible y dé demasiado importancia al pasado.
Pero ahora grito que me salves, que me recuerdes porque hago daño, que me supliques que no llegue hasta ahí .
Dos lagrimas borran lo que un dia me pinte y dos gritos hacen huir al perfume, siguen la ayuda inecesaria sobre las aguas marinas.
Ahora el grito ahoga las ganas de abandonar las cien vueltas que mi vida retrata en el vagón.
Ahora necesito andar sobre Madrid con mi maleta en mano, la luna mirando el color de mis labios y sin conocer al pasado.

Quizás estoy acumulando lo que me hizo daño.