.

.

viernes, 23 de mayo de 2014

Albur y pasajes.

Quizás haya suertes complementarias, vidas suicidas que se complementan con miradas mágicamente antidepresivas o incluso, sueños recordados que se empapan de la pesadillas de un joven desconocido.

A lo mejor la vida es la secta de las casualidades, un pasaje reflejado de torpezas y derrumbes; de alegrías y juegos.

O puede que la vida sea una suerte imprevista que pocos valoran con el poder del azar.


Tristeza dorada

Un callejón plagado de ruinas romanas cubría mi camino. A mi no me importaba, pues prefería el arte que un sobrio velo negro que me impidiese contemplar que las pesadumbres de la vida también guardan tesoros.