Cien dudas en forma de canción.

Déjame caer en tu piel como la lluvia después del rocio, déjame ser el arco iris entre nubes o simplemente déjame con una melodia que despierte los sentidos que tú me robaste.
Ay que miedo, que dolor que dentro está el calor que no nos dejó fluir en la marea, Ay que alegría, que energía, que me das mi fuerza en forma de palabras de abandono.
Vuelvo a mi pasado, abandono mi absurda vida, que ya no es mi presente, que era una ilusión convertida en actos de amor, que dulce es la vida cuando la inventas tú, que oscura es la vida cuando se convierte en verdad.
Para mí no hay realidad, sino que todo es mi imaginación o mi gran mentira, que en realidad nadie me ve, nadie me siente, nadie me tiene, si que existe el infierno cuando quieres ser tú y ni siquiera puedes, porque ni tu misma te conoces; ahora cantaré, bailaré y creceré entre suerte inalcanzable y mis recuerdos son solo los deseos que no puedo olvidar.
Tú, acabarás en el pasado con el cartel de venta, tú volveras a ser lo que eras, tú estarás en mil tormentas y yo, no te sacaré de ellas, porque a mi me llega la muerte por dentro, que faltan mis mares, mi tiempo, mis años, que falta mi final y que no se si existirá.

Cada milimetro del sueño que no alcanzaré, cada duda de la verdad, cada uno de los consejos olvidados.
Caminaré hacia delante, porque olvidaré la palabra confiar.

El tiempo de la confusión.

Ya no me sirve lo que alguien dijo, lo que el mundo calla, lo que yo llevo dentro.
Si te digo que cada segundo es mi momento, que no entiendo el pensamiento, la lógica ni el amor.
Y las horas del día alumbran mi existencia porque sino caigo en el olvido, porque puedo dejar de pensar, de creer en lo que tengo, de esperar que llegue ese momento.
Contaré hasta tres y miraré al  frente, dejaré el pasado en manos del recuerdo, dejaré el futuro en manos del destino y el presente lo manejaré yo.
Ahora no pensaré en la gente, ahora seré yo, porque no sabemos de que somos, no sabemos de quien somos, no sabemos distinguir nuestra maldad, ¿Y si digo que no se lo que siento, que ahora me muero por dentro y el mundo confía en mi felicidad?
Todavía creo que soy capaz de ver mil sonrisas donde el alguien murió, todavía creo que mi mundo se hunde en el misterio, todavía no se confiar en mi misma.
Cerraré el miedo, la indecisión y la tristeza, porque este es mi reloj y mis horas se acaban.

¿Dónde están las dudas de la vida? ¿Dónde esta el escondite del miedo? ¿Dónde creceré yo?

Y es que la vida es una pregunta, pero primero, la responderé yo.

Elige la dirección del viento.

Vuelves y me dejas con el miedo entre susurros, susurros que empiezan sin palabras, susurros que dependen de tus palabras, susurros que son nuestras palabras.
Cuando todo se hace gris, cuando mi esperanza luce y mis lágrimas prometen aguantar, yo camino y diré que no rezaré al mal.
Y es que esta es mi carrera, este es mi error, esto es mi marea, tengo miedo de perderte, pero lo debo hacer, luces como un brillante y por dentro eres de metal.
Recuérdame cada sonrisa, dime quien soy ahora, porque me muero entre la pena, porque congelo la luces que quedan, que nunca perteneceré a la libertad que me queda.
Quiero probar todo lo que existe, quiero combatir mis errores, quiero atrapar el miedo, quiero derrumbarme en mi nostalgia, quiero luchar sola, seré yo otra vez, ocultare cada caricia, cada te quiero, cada beso.
Ocultaré mis catorce años de gloria, ocultaré mis meses de desesperanza y lucharé por lo que quiero, que ahora no se lo que es.
Y no se ni como me siento, velaré cada recuerdo y me diré quien soy.

Y no se si la vida me rechazará, yo caminaré firme pero no dejaré de mirar hacia atrás